Reflexiones sobre ira en el Libro Blanco de las Emociones y Valores II/Guía del Comportamiento Emocional Efectivo , un manual de sabiduría emocional dedicado a nuevas generaciones de profesionales en el que se da respuesta sobre qué hacer cuando la profesión se pone difícil, cuando la incertidumbre, la falta de orden, concierto y claridad exige acometer acciones para dar soluciones, sin dudar ni demorar , y paliar, disminuir o hacer más soportable la desconfianza, la falta de optimismo o el estado de desesperanza en el que se ve inmerso el Yo profesional ante el dolor y el sufrimiento provocado por situaciones adversas como la que hemos experimentado.


Fundador/Director IEXP (Instituto de Experiencia del Paciente)
<<La ira fuera de mí la he vivido frecuentemente en superiores. A veces producto del estrés y la tensión en un momento dado, donde la ira les ha servido de descarga. Pero también la he vivido de forma más sutil como forma de ejercicio del poder “¡aquí mando yo! Tú no eres nadie”. Ese tipo de ira no suele manifestarse siempre de forma violenta como un grito, una bronca. Quien usa la ira para controlar emplea técnicas de agresión y violencia -generalmente personalidades narcisistas patológicas- como son el acoso permanente y la devaluación del valor del trabajo ante los demás. Al final esa ira que lanza contra ti causa heridas y graves. Te la llevas a casa, la proyectas en otras personas y situaciones que no tienen que ver con el trabajo y generalmente no ves cómo ambas están conectadas…>>
<<La ira dentro de mí la he experimentado profesionalmente en el trabajo, casi siempre como descarga de tensión. Sin embargo, también la he sentido de manera silenciosa, como reacción a la frustración, cuando las cosas no salen como quieres, cuando algo escapa a tu control o cuando se produce impotencia, por ejemplo, ante la gestión de la crisis de la Covid por parte de las diferentes autoridades españolas…>>

Directora en Fujitsu. Coach
<<Me gusta la idea de convertir la ira en una emoción constructiva. Creo que la ira nos enseña que hay algo que nos está preocupando, y que nos parece injusto. Es una señal en la que deberíamos reflexionar. Difícil, ¿verdad? Reflexionar cuando estamos furiosos, a punto de explotar. La ira, de quien más habla es de nosotros mismos, de cómo reaccionamos ante un hecho. Y nos ayuda a conocernos a través de ella. Si conseguimos contar hasta cien, reflexionemos qué nos pareció injusto, y qué podemos hacer nosotros para cambiar esa situación…>>
<<Estoy convencida de que las decisiones tomadas en un momento de ira, pueden ser equivocadas o diferentes. ¿Cuántas veces hemos utilizado la emoción de la ira para protegernos del dolor, o del temor? Pero las personas que reciben nuestra ira, no se percatarán de nuestro dolor ante esa injusticia, y no conseguiremos nuestro objetivo. Pensamos a veces que con esas reacciones las personas se darán cuenta de nuestra opinión; ¡qué equivocados estamos! No me gustan nada los conflictos, curioso que os haya tenido que hablar sobre la ira. Me encantaría tener una varita mágica para que los momentos de ira los convirtiéramos en abrazos (ahora virtuales), y en acciones para conseguir lo que queremos…>>

Associate Managing Director at Blue Ocean
<<Personalmente defino la IRA como un sentimiento que en psicología se relaciona con el color rojo; con el color rojo de un semáforo por el que debe pasarse previamente por los colores verde y amarillo y como última parada, en caso extremo, llegar al rojo, siendo el objetivo no llegar nunca. ..Y al igual que dichos pasos se suceden por algún motivo, está en la capacidad de autocontrol de cada ser humano el no llegar a sobrepasar el límite ya que la IRA, en ningún caso puede ser positiva; no creo que genere ningún beneficio en ninguna circunstancia…>>
<<La IRA “sana” o “razonable” que mi educación, valores y forma de pensar me permiten denominar esa emoción de esa manera, “sana” o “razonable” creo que más bien se trata de un sentimiento de autosuperación, de reto personal, de “enfadarse con uno mismo” cuando algo se hace mal, de auto inculparse y siempre y cuando este no resulte autodestructivo y se realice como un ejercicio de superación y mejora, es la única finalidad positiva que encuentro tácita…>>

Presidente de COCEM
Vicepresidente de Madrid Foro Empresarial y Accors
<<En todo momento histórico la injusticia ha transformado las sociedades, aunque esa transformación ha sido conseguida con dolor y sacrificio. No creo que la superación de los procesos de ira requiera como tratamiento eficaz la paciencia o el perdón. Creo que es más eficaz y transformador la reflexión y valoración adecuada de los motivos determinantes y de los efectos generados, lo que sin duda nos convertirá en personas más pacientes y comprensivas con nuestra propia naturaleza. También creo que lo importante no es tanto el nombre del sentimiento que nos genera una frustración como la canalización racional de ese sentimiento para combatir su causa…>>
<<Los efectos directos de la ira son siempre perjudiciales tanto física como psicológicamente, y sólo es nuestra capacidad de gestionar la frustración la que puede canalizar ese perjuicio y transformarlo en aceptable e incluso obtener un resultado positivo o una oportunidad de actuación. Y la propia gestión adecuada de la ira nos puede ayudar a transformar nuestro carácter por la reflexión a la que nos obliga, relativizando algunos problemas o jerarquizando nuestras necesidades. La ira contra nosotros mismos por una acción o una omisión creo que debe ser tratada con benevolencia, sin añadir mayor gravedad a la que supone las causas que la puedan generar. Creo que la ira nos destruye en lo personal pero nos puede estimular en lo social y en lo colectivo…>>
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