» Vocación y su proyección en nuestra profesión» con el Dr. Pedro Carrillo, odontólogo especialista en cirugía e implantes y profesor de patología Medico Quirúrgica y Biomateriales en la Universidad Europea de Madrid.

Esta tarde en el espacio de gestión emocional de Gente Ni Hao hemos dedicado nuestra tertulia a la vocación y a su proyección en nuestra profesión . Como invitado, el Dr. Pedro Carrillo, odontólogo especialista en cirugía e implantes y profesor de patología Medico Quirúrgica y Biomateriales en la Universidad Europea de Madrid junto a la periodista Rocio Hidalgo, directora del Magazine de la tarde, y la Dra.Elsa Martí,  médico de familia y psicoterapeuta , Directora de la Escuela de Liderazgo Emocional.

¿Qué entendemos por vocación? El término vocación nace ligado a la religión y hace referencia a la llamada de Dios. El Diccionario de la Lengua, lo define como la inclinación que una persona tiene a cualquier estado, profesión o carrera.

Al terminar el colegio o el instituto , nuestros jóvenes se enfrentan a una gran decisión … Elegir la carrera que el día de mañana le satisfaga y cubra sus necesidades; quizás por la inmadurez emocional propia de la edad, esta elección se vuelve más dificultosa; es una decisión que implica responsabilidad y que se acompaña , la mayor parte de las veces , de vivencias emocionales a las que a lo mejor no están acostumbrados , ejemplo de ello son «miedo a no ser capaz y fracasar» o » sorpresa e incertidumbre respecto al futuro que les espera».

Elegir es, para ellos, un acto de valor muy significativo, ya que lo que lo elegido va a representar su futuro profesional. Muchos padres, con buena intención, interfieren en la elección de carrera de sus hijos, ejercen influencia y presión sin ser consciente de ello. Este escenario puede llegar a ser un caldo de cultivo de enfados y enfrentamientos cuando se plantea un conflicto de intereses entre lo que quiere los padres y el deseo o la verdadera vocación del joven.

¿Por qué los padres intervienen en algo que debería ser decisión del hijo? Es fácil de contestar, porque es algo común y natural que todos, cuando somos padres, tendemos hacer; ¡No olvidemos! Los padres, desde pequeños, están acostumbrados a proteger y a intentar evitar que sus hijos se equivoquen; piensan que su experiencia de vida les otorga de la sabiduría necesaria para organizar el futuro de sus hijos. No se dan cuenta que con esta actitud, gran parte de las veces, pueden contaminar e incluso incitar a elegir lo seguro frente a lo que conlleva dificultad e incertidumbre y representa la verdadera vocación. En algunos casos, en los que los padres tienen una empresa profesional o mercantil, estos pueden inducir a que sus hijos sean continuadores de la actividad por ellos ejercida. Pensando, que con ello les facilita a sus hijos su futuro profesional. La pretensión por parte de la familia de que los jóvenes sigan los pasos de sus mayores es un legado que no siempre es bien aceptado.

Muchas veces el motivo de esta intromisión se halla en la proyección que hacen los padres sobre la figura de su hijo, intentan guiar su vocación con el objetivo de ver cumplido un sueño, lo que ellos no fueron capaces de alcanzar o lo que no pudieron realizar… Otras veces, el mal recuerdo de la obligación de estudiar una carrera pesa tanto sobre ellos, que les lleva a no inmiscuirse y actuar en pro de la libertad de elección, dando apoyo al deseo de sus hijos, y no repitiendo patrones de conductas de sus antecesores.

La actitud correcta por parte de los padres pasa por escuchar y entender qué desea hacer su hijo de cara a su futuro profesional, brindar apoyo frente a la decisión tomada, y prestar su ayuda para recabar información que le ayude consolidar aquello que ha elegido.
Es bueno, por parte de los hijos, oír y escuchar la voz y experiencia de sus mayores, pero siempre desde la idea de que una cosa es escuchar sus consejos y otra muy diferente dejar que decidan por ellos. La vocación es una inclinación natural que desde niños se empieza a manifestar, se materializa con el paso de los años al tratar de encontrar la verdadera pasión e ilusión en la vida, y a la que es importante brindar respeto. Hablar de vocación es una de las conversaciones más importante con uno mismo.
Es importante tener claro la diferencia que existe entre la vocación y la profesión al decidir sobre el futuro profesional. El primero está más relacionado con lo que nos gusta e interesa, con la pasión voluntaria por realizar una actividad que nos retribuye un sentimiento de satisfacción mientras que el segundo hace alusión al trabajo que alguien ejerce y por el que se recibe una retribución económica.
Encontrar nuestra vocación implica descubrir quién y cómo soy, saber hacia dónde queremos ir, es descubrir que me siento llamado a hacer y qué debo realizar mediante el ejercicio de una profesión. Hablar de vocación es hablar de nuestro destino mientras que hablar de profesión es hablar de nuestra actividad laboral central en la vida. La coincidencia de profesión y vocación es lo que hace que la persona se sienta realizada y feliz con lo que desempeña y este a gusto con la profesión que ejercita…

Elegir carreras u oficios que no tengan salida laboral produce a la larga la pérdida del sentimiento de pertenencia al grupo social y frustración por no poder participar en el medio.

La gente se siente realizada cuando hace lo que le gusta y encuentra significado a su trabajo. Vocación va unida a descubrir las capacidades o conocimientos necesarios para ejecutar aquello que deseamos, descubrir nuestros talentos nos ayuda a identificar las habilidades innatas y en el caso de no tenerlas, nos ayuda a formarnos y perseverar en conseguirlas. La motivación es el motor para lograr el éxito profesional.

Vivimos en una sociedad de consumo que empuja a que las decisiones profesionales giren en torno al dinero, al poder y al prestigio… Necesitamos saber nuestras intenciones y necesidades a cubrir….

Muchas veces no vemos en que somos realmente buenos, y tenemos que consultar con los demás para darnos cuenta. A la hora de decidir , es importante conocer el trabajo a desarrollar que nos indica nuestra vocación , no es lo mismo estudiar que trabajar, para ello , aconsejo una toma de contacto con personas que estén dedicadas a la carrera por la que uno siente atracción , para vivir en primera persona el día a día de tu futura profesión.

Creer en uno mismo es la actitud más aconsejable a la hora conseguir lo que uno desea, ganar en positividad es el camino a consolidar el proyecto de vida. El cimiento de intentar hacer sin miedo, se halla en un carácter positivo.

Entre los rasgos que caracteriza a la persona que trabaja con vocación se encuentra uno principal, que destaca sobre los demás , la satisfacción; El individuo vocacional es una persona feliz e incansable , no contentos con lo conseguido , intentan superarse y hacerlo cada vez mejor, son personas que dan una imagen de facilidad en todo lo que hacen…Entre los principios y valores que rigen su actitud en el ejercicio de la profesión encontramos la responsabilidad y honestidad , la formación en competencias o conocimientos técnicos , la proactividad , su talante participativo y dialogante y por supuesto la creatividad….La carrera es una elección muy personal , nadie está más cualificado para elegirla que nosotros mismos, es una decisión que esconde una gran responsabilidad pues determina nuestro futuro.

Entre las aportaciones del Dr. Carrillo  cabe destacar …

«Mi vida la ha determinado mi vocación…»

» Mi profesión es la odontología, soy dentista y mi vocación también lo es. Me siento un afortunado cuando mi hobby y mi profesión se solapan e incluso se convierten en una»

«La vocación te atrapa, hace que no pienses en otra posibilidad…»

«A pesar de que creo que la vocación se puede encontrar, hay que estar atento a lo que te rodea, interesarte, tener ratos en los que pensar…»

En contestación a la pregunta El trabajo ¿libera o esclaviza? El Dr. Carrillo comenta… «hay una cita de Marco Aurelio que lo define muy bien: “Encaríñate de tu trabajo por pequeño que sea y descansa en él”. Creo que debe liberarte, agradarte, realizarte, buscar ser mejor… 

» En cuanto a la posición paterna, no creo que haya una posición universal. Creo que es complicado que nadie conozca mejor a un hijo que sus padres y por eso soy un fiel defensor del criterio paterno, sin descuidar las conversaciones con él/ella, sin imposiciones…»


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En la foto inferior, de izquierda a derecha, Rocio Hidalgo, Pedro Carrillo y Elsa Martí